Los ramos de los frutales se clasifican según la naturaleza de las yemas que portan en:
Además existen en algunas especies otras formaciones vegetativas características que se desarrollan a la vez que los ramos.
Ramo muy vigoroso con gran desarrollo en longitud y grosor respecto a los otros ramos de la planta; normalmente de longitud superior a 1 m y diámetro superior a 2 cm en la base. Generalmente crece desde ramas gruesas o desde el tronco, a menudo originado por yemas latentes o adventicias. En algunas especies los chupones portan yemas fructíferas.
Es el ramo vegetativo que se toma como referencia a la hora de analizar el crecimiento de la planta y los tipos de ramos. Es un ramo más o menos rígido y lignificado. Su longitud y grosor serán variables en función de la especie y del vigor de la planta. La longitud suele estar comprendida entre 20-30 cm y 1 m; y tienen un diámetro en la base, en general, entre 0,5 y 2 cm.
Es un ramo más o menos corto y fino, no muy lignificado y relativamente flexible. En general, su longitud no supera los 25-30 cm y su diámetro en la base es menor de 0,8-1 cm. Las yemas laterales suelen ser pequeñas. Se presenta abundantemente en los frutales de pepita, y más raramente en los frutales de hueso.
Es un ramo corto, rígido y fino, cuyo extremo ha evolucionado a una espina aguda, más o menos endurecida. Su longitud suele estar comprendida entre 2 y 10 cm. Las yemas laterales que presenta suelen ser muy pequeñas y no existen en la zona más próxima al ápice.
Es un ramo muy corto, normalmente de menos de 0,5-1 cm según las especies, que ha tenido sus escasas hojas casi en roseta y no ha formado yemas en sus axilas, lo que da al ramo un aspecto rugoso. Sólo tiene una yema terminal vegetativa algo más desarrollada que lo normal y puntiaguda. Se inserta casi perpendicularmente a la rama que lo porta.
Es un ramo muy abundante en los frutales de pepita. Es poco habitual en los frutales de hueso, en este caso se deriva de un ramo fructífero muy corto (ramillete de mayo) que ha perdido o no ha formado las yemas de flor.
Morfológicamente es similar al ramo de madera, sólo que alguna de sus yemas son yemas fructíferas. En los frutales de hueso la yema terminal es siempre vegetativa y las yemas de flor se distribuyen a lo largo del ramo. En los frutales de pepita este tipo de ramo es menos frecuente y la yema terminal es fructífera; en caso de que sólo sea fructífera la yema terminal se denomina ramo coronado.
Es un ramo más corto que el ramo mixto, en general entre 5 y 20 cm, y tiene un predominio de yemas fructíferas sobre las vegetativas, en la mayoría de los casos.
Es un ramo característico de los frutales de hueso; aunque también puede encontrarse en los frutales de pepita, en este caso se le denomina ramo mixto. Si la chifona termina en una espina se le denomina ramo espinoso fructífero.
Es un ramo muy corto, de 1 a 2 cm, con una yema terminal vegetativa a la que le siguen casi en roseta unas pocas yemas de flor, presentando el ramo un aspecto rugoso. Es un ramo característico de los frutales de hueso y no se presenta en los frutales de pepita. La brotación de la yema puede originar al siguiente año otro ramillete de mayo, constituyendo así sucesiones de ramilletes.
Es un ramo similar a la brindilla descrita en los ramos vegetativos, sólo que en este caso la yema terminal es fructífera (yema mixta). Se presenta exclusivamente en frutales de pepita.
Formación desarrollada exclusivamente en frutales de pepita por el engrosamiento de la base del eje caulinar de la yema mixta, una vez pasada la floración. Si se desarrollan los frutos la bolsa alcanzará mayor tamaño.
Sobre la bolsa aparecen, normalmente, los dos ramos originados por los conos vegetativos de la yema mixta. En ocasiones sólo se encuentra un ramo y muy excepcionalmente ninguno o tres. En la parte superior de la bolsa quedan patentes las cicatrices dejadas por los pedúnculos de los frutos al desprenderse o, en su caso, de las flores.
Cuando los ramos formados sobre la bolsa son lamburdas se origina al siguiente año y posteriores una sucesión de bolsas, muy característica de algunas variedades de peral y manzano.
La espina es una formación corta, rígida, con una punta aguda y a menudo muy lignificada. Se produce por transformación de las hojas (espinas foliares) o de los brotes (espinas caulinares) y, en algún caso, está formada sólo por tejidos corticales, arrancándose entonces con facilidad.
Las espinas caulinares cortas no suelen portar yemas. Si son largas y tienen yemas laterales serán ramos espinosos.
Es un órgano de naturaleza especial que actúa como fijador del tallo y es característico de las plantas trepadoras. Se curva al contacto con cualquier objeto, enrollándose. También se produce en la base del zarcillo un enrollamiento helicoidal que atrae el brote hacia el apoyo.
En vid los zarcillos tienen origen caulinar y se disponen en los nudos en el lado opuesto a la inserción de las hojas.